- El Rol de los Padres
El rol de los padres es clave para que los hijos aprendan a cultivar la empatía. Una persona empática comprende el estado de ánimo de quienes le rodean y se identifica afectivamente con ellos. Esto es crucial para tener una perspectiva más real de la situación, evitar juzgar y poner etiquetas, y en su lugar, aceptar y comprender a los demás.
- Fomentar una Convivencia Cariñosa
Es esencial tener en casa una convivencia cariñosa, amable y respetuosa entre todos. Hablar siempre bien de las personas en casa y resolver los conflictos con serenidad es fundamental. Además, reconocer los errores y defectos ayuda a construir un ambiente de comprensión y empatía.
- Conversaciones Significativas
Enseñar a los hijos a conversar sobre lo que no les gusta de la actuación de otras personas les ayuda a pensar y a ver otras perspectivas positivas y valiosas. Este tipo de conversaciones cultiva su talento social.
- Reconocer y Gestionar Emociones
Es importante reconocer nuestras emociones para poder entender las emociones de los demás. Cuando comprendemos qué y cómo nos sentimos, podemos gestionar nuestras emociones y entender a los demás. Ayudar a los hijos a reconocer y gestionar sus emociones con recursos sencillos es una tarea que comienza en casa.
- Establecer Conversaciones Diarias
Establecer conversaciones significativas que saquen a la luz sus pensamientos es esencial. Algunas preguntas útiles pueden ser:
- ¿Qué lograste hoy que te hiciera sentir bien?
- ¿Qué hicieron hoy por ti?
- ¿Qué hiciste tú por alguien?
- ¿Cuál fue la mejor parte de tu día? ¿La parte más difícil?
- ¿Qué aprendiste hoy en la escuela o fuera de la escuela?
- Vivir el Servicio en Familia
Vivir el servicio en familia y enseñarles a ponerse en sintonía con el otro para ayudar y servir sin esperar recompensa es crucial. Mis talentos y habilidades los pongo al servicio de los demás y esto se aprende en casa, reconociendo que la familia es un equipo donde todos ayudan. Tener responsabilidades personales y familiares en casa es clave.
- Combatir el Capricho
Hacer guerra al capricho es importante porque las personas caprichosas no pueden salir de sí mismas y ponerse en sintonía con los demás. Para ello, será crucial:
- Cumplir las normas en casa y no ceder, siempre con serena firmeza.
- No complacer todos los gustos: es mejor ganar las cosas por nuestros esfuerzos.
- Saber esperar y comprender que las cosas no son siempre como queremos, sino como es posible hacerlas o proponerlas.
- Pedir las cosas con amabilidad y saber esperar o aceptar si no son posibles.
- El Fondo de la Empatía
El fondo de la empatía está en el gran deseo de comprender al otro y no en querer que siempre me comprendan a mí o que las cosas se hagan como a mí me gustan. Esto se llama capricho y las personas caprichosas no pueden amar.
Para más información sobre cómo ayudar a tus hijos a desarrollar empatía, puedes visitar los siguientes recursos:
Renovemos cada día nuestro compromiso para educar a niños y adolescentes empáticos, responsables y emocionalmente inteligentes.